Según la VIII encuesta de la Percepción Social de la Ciencia, publicada en 2017, las redes sociales se han convertido en la principal fuente de información científica en Internet, por delante de Wikipedia y otros medios de información digital. Y aunque dicha encuesta presenta a Facebook y a Twitter como la primera y la segunda red social más consultada con este propósito respectivamente, está claro que Instagram no se queda rezagada: el porcentaje de personas encuestadas que utiliza Instagram como fuente de información científica pasó de un 6,6% en 2014 a un 13,4% en 2016, lo que implica un crecimiento de más del 100% frente al 44% de Facebook y el 11% de Twitter. No es de extrañar, pues, que cada vez veamos más entidades, comunicadores y divulgadores del sector científico – por no hablar de cualquier sector – publicando su contenido en esta red social.
Si has leído mi ebook gratuito «4 acciones de comunicación científica en las que implementar un cómic para aumentar su impacto«, ya conocerás todas las características que hace de los cómics y las ilustraciones unas herramientas súperpotentes para comunicar ciencia a distintos tipos de público.
Pero ¿cómo podemos sacarle el máximo partido a este tipo de contenido en Instagram? Para responder a esto, contamos con tres divulgadores expertos en el tema, todos ellos con numerosas publicaciones perfectamente adaptadas a esta red social:
Carlos Pazos (@molasaber)
Ilustrador y divulgador científico, autor de la conocida marca Molasaber y coordinador de Scenio.
José Utreras (@elplanetaerrante)
Estudiante de doctorado de Astronomía en la Universidad de Chile. En su tesis crea y analiza simulaciones numéricas de galaxias. Divulga astronomía mediante ilustraciones bajo el nombre de Planeta Errante, y también es el ilustrador del libro del astrónomo Juan Carlos Beamín, “Astronomía Ilustrada”, que podéis descargar gratuitamente aquí.
Pablo Bustos (@wirdoudesigns)
Profesor de Biología y Geología en Secundaria. Divulga ciencia de manera creativa en su web www.wirdou.com, mediante vídeos, monólogos, juegos y, sobre todo, a través del diseño y la ilustración en distintos formatos.
1) No satures
A nivel de contenido, lo mejor es sintetizar bien la información para que el mensaje viaje lo más rápido posible desde la pantalla al cerebro de tu audiencia. El problema, comenta Carlos, es que cuando hablamos de ciencia, si queremos ser muy rigurosos, a veces necesitamos verter una mayor cantidad de información. ¿Cómo solucionar esta aparente contradicción? Es aquí donde entra en juego la publicación múltiple de Instagram. Tanto Carlos como Pablo y José nos recomiendan dividir la información en varias imágenes, cada una con una única idea o concepto, y ordenarlas una detrás de otra en una publicación de varias diapositivas que el usuario podrá ir descubriendo mientras las desliza. De esta forma, además, podrás reutilizarlas en las stories.
Por otro lado, a nivel visual conviene, según Pablo, que los diseños tengan un buen contraste, que los colores sean vivos y atrevidos. “Es mejor usar una paleta de pocos colores y que el fondo de la imagen no te distraiga”, puntualiza José. Si publicas un diseño, cómic o infografía con varias imágenes, elige una de ellas como imagen principal, a poder ser la más atractiva. Como comentábamos, los tres divulgadores coinciden en que cada una de estas imágenes debe tener un diseño limpio, no contener mucho texto o detalles en los dibujos, y usar un tamaño de fuente lo suficientemente grande para que se lea bien en el móvil.
2) Usa el humor y el storytelling para generar expectación y conectar con el público
El cómic es una herramienta de comunicación, en este caso, científica, y para que la comunicación sea efectiva deberemos saber a qué público nos dirigimos. “Si haces una divulgación más especializada llegarás a grupos minoritarios y más exigentes. Si, en cambio, haces algo sencillo, tu público será más amplio y variado”, explica Carlos.
Cuando queremos acercar la ciencia a la población general, no especializada, entra en juego la popularización, es decir, dar a entender que la ciencia no es rara o ajena, no es para cerebritos privilegiados ni para unos pocos elegidos que viven en su torre de marfil. Es bueno bromear con ella, mostrar que no solo enseña, sino que nos enriquece a muchos niveles y tiene que ver con todos nosotros aunque no lo parezca. Es una manera de pensar, es hablar en lenguaje llano, hacer memes, destruir arquetipos de hombres con gafas y bata blanca. Así que no solo se trata de divulgar, se trata integrarla como parte de la cultura popular. Por eso debes ir un poco más lejos y no solo dar la chapa explicando cómo funciona algo, sino recurrir a las metáforas, la propopeya, y cualquier recurso literario que convierta tu lección en una historia, por pequeña que sea. Recuerda que los cómics cuentan con la baza de las historias. Usar técnicas básicas de storytelling nos ayudará a generar expectación en el lector para que le entren ganas de deslizar el dedo y ver cómo continúa. Y “si el contenido es humorístico o tiene relación con la cultura y la actualidad, tiene más impacto. En estos casos se comparte mucho más y se generan más reacciones porque existe una conexión con la realidad de los seguidores”, apunta José.
3) Piensa en cuadrado y explota el formato
“Los formatos rectangulares pueden servir en otras redes sociales, pero los diseños cuadrados funcionan bien en cualquier red social”, apunta Pablo. Este es el formato que tendrán las publicaciones del muro de Instagram, y que Carlos recomienda cuidar muy bien. Como ya hemos comentado en el primer punto de este post, los cómics o ilustraciones que uses en una publicación deben ser atractivas para que capten la atención rápidamente y retengan al lector. Pues bien, el conjunto de publicaciones también es preferible que lo sea: “Cuando alguien que no te sigue, visita tu cuenta, lo primero que percibe es cómo encajan esas publicaciones en un todo. Así que cuida el aspecto de tu feed, mantén la coherencia visual en el tiempo para conformar un mosaico atractivo que optimice las posibilidades de que alguien llegue para quedarse.” Además, podemos usar las publicaciones para iniciar debates. Por último, no olvides sacar partido a las stories. ¡Ya que tenemos cómics atractivos, aprovéchemoslos para promover la interacción! José nos recuerda que usar stories e incluir stickers de preguntas y encuestas nos ayudará a conseguirlo.
4) Publica contenido propio de forma constante
Estamos hartos de oír que los algoritmos de las redes sociales penalizan la baja frecuencia de publicaciones, por lo que a veces nos encontramos cuentas que tiran de contenido curado, que no está mal, pero cuando se convierte en el único contenido que compartes, puede ser un problema. Carlos nos recuerda que, a la larga, no supone ningún beneficio: “La gente que te descubra, no te seguirá a tí ni a lo que haces, sino a lo que hacen otros. Tu entidad no aportaría valor real ni se posicionaría como experta porque las fuentes serían ajenas. Esto se traduce en un peor engagement y en una peor reputación.”
Teniendo esto en cuenta, si quieres comunicar ciencia y conectar con tu público objetivo a través de cómics en Instagram u otras plataformas, es mejor contar con un profesional que sepa transmitir tu mensaje y tus valores de manera atractiva en lugar de reciclar contenido despersonalizado de internet. “El éxito no es repentino. Es una carrera de fondo. Algunas personas pueden recorrer más o menos distancia o ir más o menos rápido, pero lo importante es no parar”, apunta Pablo.
5) Colabora con otras entidades o profesionales
Lo anterior no quiere decir que no debas compartir nunca contenido ajeno. Como decíamos, curar contenido también aporta valor. José defiende que la colaboración entre los actores del mundo de la comunicación y divulgación facilita nuestra labor de acercar la ciencia a la sociedad. La recomendación de Carlos es que uses las stories de instagram para compartir lo que hacen otros y dejes tu feed libre de esta práctica.
¿Quieres conocer otros casos de éxito en los que los cómics han mejorado la visibilidad de entidades científicas en redes sociales?
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